pero el que recibe nunca debe olvidar
miércoles, 31 de mayo de 2017
Hazlo por mí
martes, 30 de mayo de 2017
Impresiones del curso "La dicha del ser" de Enrique Martínez Lozano
Me gustaría compartirte en este post mi vivencia y aprendizaje en un taller al que he asistido este fin de semana con un hombre al que admiro: Enrique Martínez Lozano. El título del taller es: “La dicha de ser”. Taller referente a su último libro cuyo título es igual al nombre del taller.
Por si no lo conoces, Enrique Martínez Lozano es psicoterapeuta, sociólogo y teólogo. Es autor de varios libros y se halla comprometido en la tarea de articular psicología y espiritualidad, abriendo nuevas perspectivas que favorezcan el crecimiento integral de la persona. Su trabajo asume y desarrolla la teoría transpersonal y el modelo no-dual de cognición.
La dicha de ser
Los humanos, consciente o inconscientemente vamos buscando la felicidad en todo lo que hacemos y todo lo que dejamos de hacer. Estamos programados para ello.
Ya lo decía Santo Tomás de Aquino: “La felicidad no es objeto de elección”. Todo lo que hacemos es para ser felices.
En nosotros actúan tres cerebros:
· Reptiliano o más elemental. Cuyo objetivo es sobrevivir.
· Límbico-emocional (es el que compartimos con todos los mamíferos). Su objetivo es buscar el bienestar. Queremos estar bien y sentirnos bien.
· Neocórtex. Racional. (Muy nuevo, tiene muy “pocos” años en comparación con la historia de la humanidad). Su objetivo es tener razón, salirse con la suya. Buscar que todo sea coherente. Le da igual la verdad de la las cosas, lo que necesita es “justificar”, comprender, encajar.
Cerebralmente estamos condicionados para buscar la dicha. Pero esta mente también nos engaña porque nos dice que la felicidad está en algo, está fuera, nos dice que somos carencia ahora, y que es en el futuro cuando va a llegar.
Y en realidad, la verdadera felicidad no tiene nada que ver con lo que nuestro cerebro nos cuenta, la felicidad es un estado de SER. Nace de la comprensión. La plenitud que buscamos fuera ya la tenemos. Solamente es que no podemos verlo mientras sigamos totalmente identificados con nuestra mente. Es la que nos engaña.
Con esto no queremos demonizar la mente, ni mucho menos, la mente es una herramienta maravillosa y necesaria. Pero eso, una herramienta.
“Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo”. Heráclito
La mente me lleva a pensar siempre de forma dual. ¿Esto o aquello? Y ser incluye ambas cosas. Perseguir la felicidad, querer ser feliz a toda costa, aleja la felicidad de nosotros, porque la felicidad no se puede atrapar. No se puede atrapar, porque es lo que YA SOY. Yo soy plenitud, soy dicha. Solamente se trata de una tarea de comprensión.
Hay dos factores que influyen en esta tarea de comprensión, en esta vivencia de la plenitud.
1. Psicológicos. Nuestra historia, pasado, condicionantes, las heridas que arrastramos (la más importante es la inseguridad afectiva, es esa duda sobre si yo soy digno y merecedor o no, sobre si yo soy adecuado o no para la vida, correcto o no tal como soy).
2. Espirituales. Es la comprensión que tenemos sobre nosotros mismos. Vivimos con confusión acerca de lo que soy. Y en realidad aquello que soy no puede ser dañado por nada. Cuando comprendemos y saboreamos esto, la vida ya no puede ser la misma.
¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera.
Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias?
En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros.
¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el Universo y a los Dioses”
ORÁCULO DE DELFOS
Necesitamos ambos trabajos para poder VIVIR EN PLENITUD. Un trabajo psicológico y a la vez un trabajo espiritual. Cada nivel de lo que somos, necesita un cuidado.
Trabajando lo psicológico desarrollaremos la capacidad de amor humilde (gratuito e incondicional) hacia nosotros mismos.
Y trabajando lo espiritual creceremos en nuestra capacidad de atender. Quitar pensamiento y poner atención. Necesitamos silencio mental para poder compender.
“Si entiendes, las cosas son tal como son. Si no entiendes, las cosas son tal como son”. (Proverbio zen).
En realidad, dice Enrique, vivimos “hipnotizados”, la identificación con la mente nos esclaviza y nos hace sufrir. No somos aquello que podamos observar. Tu eres eso que observa.
“Mente es lo que tengo, consciencia es lo que soy”.
Para llegar a vivir una vida en plenitud y gozar de la dicha de ser Enrique propone tres tipos de prácticas:
· Prácticas psico-afectivas
· Prácticas atencionales y/o mindfulness
· Meditación o silencio contemplativo
La dicha de SER, que no tiene nada que ver con la dicha de SER ALGO O ALGUIEN. ¿Por qué en el ser humano existe tanta necesidad de ser algo o alguien?
Una de nuestras primeras necesidades es la necesidad de sentirnos reconocidos a través de nuestro cuerpo (caricias, mimos, abrazos, contacto físico de nuestros padres y cuidadores), de la mirada (que nos miren), de tiempo (que nos dediquen tiempo de calidad) y de la palabra (reflejar en el niño lo bueno que vemos en él). Cuando un niño no tiene esto, aparecerá la inseguridad afectiva y aparecerá esa necesidad compulsiva de buscar continuamente en el exterior ese reconocimiento, ese sentirse único y especial. Somos adictos a sentirnos especiales. Cuando tenemos una necesidad “no resuelta”, nos pasamos la vida buscando “ser especiales”.
Mientras no se sanen esas heridas, no podremos tener relaciones sanas, porque solo nos relacionaremos para obtener “ese algo” de lo que carecimos. Y esto es una fuente de sufrimiento terrible.
Cuando todo esto sucede, caemos en la adicción del buscador: me paso toda la vida persiguiendo algo que creo que me va a completar. Como tengo sentimientos de indignidad y de culpabilidad no puedo descansar.
Vacío – Ansiedad (hambre de afecto) – Adicción
Esta exigencia de ser alguien especial nos convierte en:
· Mendigos: de la aprobación, de los demás, de la seducción, del reconocimiento…
· Esclavos: de la imagen, de lo que mostramos de nosotros mismos… (me convierto en alguien para que papá y mamá me quieran). Y al construir esa imagen, construimos también nuestra la sombra, arrojando al insconciente todo aquello que no queremos que se vea). ¿Qué imagen quiero dar de mi a los demás aun sin pretenderlo?
· Verdugos. Así también nos sentimos especiales, manipulando, dominando, controlando…
Solamente trabajando en sanar todas esas heridas, y realizando un profundo trabajo psicológico y espiritual podré ser un adulto sano. Solo podremos salir de todo esto, cuando empezamos a conocer nuestra sombra y la aceptamos.
Los dos pilares fundamentales para sostener un psiquismo sano son VALOR Y LA BONDAD.
En el fondo, en todos nosotros existe un anhelo de unificación, un anhelo que ser lo que somos. Dos voces:
ACEPTA. No te ocultes nada. Cada vez que no estamos en armonía, sentimos malestar, sentimos algún tipo de ruptura interior. ¿Y qué nos está enseñando ese malestar en nuestras relaciones? Que abrazas toda tu verdad hasta el final.
RECUERDA quién eres. Una cosa es el relato y la otra es quíén soy. Yo no soy la idea que mi mente tiene de mí.
Como ves, aquí hay mucha “miga”, mucha sabiduría y “tomas de conciencia” como en cada taller, conferencia o libro de Enrique Martínez Lozano. GRACIAS por SER, y por apuntarnos hacia lo que siento VERDAD.
“Deja de buscar… Déjate encontrar”. Nisargadatta
“Los Labios de la Sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender”. Kybalion
lunes, 29 de mayo de 2017
Entender la gratitud
domingo, 28 de mayo de 2017
El ego y la fama
¿No te parece genial? ¿Cuántas veces has hecho lo que dice el texto? ¿Cuántas veces pronuncias nombres, lugares en los que has estado, cosas que has hecho no por el mero hecho de compartir sino con la intención de reforzar tu ego y tu personaje y encima te sientes orgulloso de ello? Muchas… ¿verdad? ja,ja,ja… tranquilo/a, no eres el único. Te confieso que yo caigo en ello de vez en cuando y cuando me doy cuenta me río mucho de mí misma. ¿No me digas que no es ridículo y a la vez divertido?
sábado, 27 de mayo de 2017
Rojo pasión
Destacando. Foto Jesús Aguado
Tan sólo hace unas semanas que aparecieron las primeras amapolas de la temporada y tan sólo hace unos días que me percaté de sus existencia.
Di por hecho que de la dura y tardía helada, que acabó con casi todas las flores y quemó árboles y cultivos, también se había llevado las tempranas amapolas, tan frágiles y delicadas como son. No fue así.
Las pude ver a las orillas del camino campestre, en las cunetas de carretera y entre las espigas aún verdes. Y las vi de un rojo más intenso que nunca (mi madre lo llamaba rojo pasión). Un rojo que llama poderosamente la atención y que atrapa la mirada.
Me parecieron preciosas, salteadas majestuosamente entre tonos verdes, estiradas con su frágil tallo para destacar por encima de las espigas, invencibles, flexibles y dinámicas ante el zarandeo de un persistente viento. Parecían gritar desde su color que estaban allí, pese a las inclemencias, para ser lo que siempre han sido.
Me recordaron a esas personas que, superando obstáculos, se hacen fuertes y bellas; que resisten los golpes de la vida y se dulcifican con ellos; que transforman sus fracasos en oportunidades de aprendizaje y mejoran con cada experiencia vivida. Esas personas tienen un color y una luz especial.
Posiblemente sea su lucha, su resistencia, su pasión por la vida lo que explique esa luz que emanan. O puede que sea el sufrimiento pasado que, dando sentido a un presente de aceptación, lo va tiñendo todo del color de la serenidad.
Lo cierto es que esas personas atraen la atención, atrapan la mirada y despiertan la admiración, del mismo modo que las amapolas con su rojo pasión.
viernes, 26 de mayo de 2017
jueves, 25 de mayo de 2017
Entrevista a César Bona, maestro
miércoles, 24 de mayo de 2017
Camino de Santiago de Esperanza. De Frómista a Ledigos
martes, 23 de mayo de 2017
Volar
Pajarillo, ¿te vas?Dice madre emplumada,erizada la piel bajo suave espesura.Hoy el viento es muy frío.Volveré, no te vayas,ya vendré a visitarte recordando tus alas.Y marchó tan feliz a surcar otros aires.Un racimo de mar en los ojos de madreviene haciendo oleadas.
lunes, 22 de mayo de 2017
Cuando conduzcas, conduce
domingo, 21 de mayo de 2017
Nueva etapa del Camino de Santiago
HASTA RELIEGOS, EN LEON;
sábado, 20 de mayo de 2017
Somos transparentes
Bajo el agua transparente. Foto Jesús Aguado
Viví hace poco una experiencia que muestra hasta qué punto somos transparentes.
Estaba en una de las múltiples reuniones a las que me veo obligada a asistir por cuestiones laborales. La reunión era ya de por sí complicada por los temas a tratar y por la hora de la convocatoria. Y, a medida que avanzaba, estaba siendo consciente de la energía que se extendía a mi alrededor. Energía que, entre todos, íbamos generando.
La compañera de un lado no dejaba de murmurar y hablar entre dientes lo que no se atrevía a exponer ante todos. El compañero del otro lado contenía su agresividad con semblante serio, mirada fría y suspiros esporádicos que mostraban su mal humor. Ni una ni otro hicieron aportación pública alguna, pero el campo de energías que crearon oprimía e intoxicaba el ambiente. Naturalmente, al final de la reunión, ambos estaban bastante enfadados por esa “pérdida de tiempo”. Menos mal que la positividad de otros compañeros equilibró las vibraciones.
A veces no nos atrevemos a hablar con asertividad, a mirar con franqueza, a exponernos. Da igual. El lenguaje no verbal habla por nosotros y la agresividad que nos provoca nuestra falta de valentía se escapa irremediablemente en forma de gestos y posturas muy claras.
Lo que no queremos decir lo decimos sin querer. Lo que queremos evitar se muestra con bastante claridad. Y aquello que, a fuerza de vueltas y vueltas, queremos disimular se percibe con nitidez. Vamos, que se nos ve venir.
No sé hasta qué punto logramos engañarnos a nosotros mismos. Lo que sí sé es que cada uno transmite lo que es. Y la energía que desprendemos habla por nosotros.
viernes, 19 de mayo de 2017
Vuela
jueves, 18 de mayo de 2017
Curso de Crecimiento Personal
miércoles, 17 de mayo de 2017
Diez mandamientos de María Montessori para educar a nuestros hijos
- Primero: Recuerda siempre que los niños aprenden de lo que les rodea. Sé su mejor modelo. Si criticas mucho a tu hijo, lo primero que aprenderá es a juzgar.
- Segundo: En cambio, si lo elogias con regularidad, él aprenderá a valorar. ¿Qué ocurre si le muestras hostilidad al niño? Él aprenderá a pelear.
- Tercero: Si se ridiculiza al niño de modo habitual, será una persona tímida. Ayuda a que tu hijo crezca sintiéndose seguro a cada instante, será entonces cuando aprenda a confiar en los demás.
- Cuarto: Si desprecias a tu hijo con frecuencia, se desarrollará un sentimiento muy negativo de culpa. Propicia que tu hijo vea que sus ideas y opiniones son siempre aceptadas, con ello conseguimos que se sientan bien ellos mismos.
- Quinto: Si el niño vive en una atmósfera donde se siente cuidado, integrado, amado y necesario, aprenderá a encontrar amor en el mundo.
- Sexto: No hables mal de tu niño, ni cuando está cerca, ni cuando no lo está. Concéntrate en que tu hijo está creciendo y desarrollándose de modo óptimo, valora siempre lo bueno del niño, de tal manera que no quede nunca lugar para lo malo.
- Séptimo: Escucha siempre a tu hijo y respóndele cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
- Octavo: Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Apóyalo. Lo corregirá ahora o quizá un poco más adelante.
- Noveno: Debes estar dispuesto ayudar a tu niño si busca algo, pero debes también estar dispuesto a permitir que encuentre las cosas por si solo.
- Décimo: Cuando te dirijas a tu hijo, hazlo siempre de la mejor manera. Ofrécele lo mejor que hay en ti mismo. ‘Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja entonces de buscar la aprobación de los adultos a cada paso’.
martes, 16 de mayo de 2017
El goce de crecer
lunes, 15 de mayo de 2017
Un río de color
Caminamos por el mundo con tal aplomo, con tal seguridad, que estamos convencidos de que la realidad es tal cual la vemos. Cielos, valles, montes, ciudades, acontecimientos. Sin embargo, la filosofía de todos los tiempos se ha preguntado una y otra vez sobre la objetividad de nuestra percepción.
domingo, 14 de mayo de 2017
Y ya para rematar…
sábado, 13 de mayo de 2017
Horas de lectura
viernes, 12 de mayo de 2017
jueves, 11 de mayo de 2017
Entrevista a Joan Carles Trallero, médico de enfermos terminales
Soy médico, especialista en cuidados paliativos y acompañamiento espiritual. Estoy casado y tengo tres hijos, Miquel (27), Carles (23) y Miriam (19). ¿Política? ¡Diálogo, siempre! ¿Creencias? Soy cristiano. Prepárate a bien morir... ¡y vivirás mejor!
miércoles, 10 de mayo de 2017
A vueltas con la (“nueva”) espiritualidad o ¿cómo llegar a la verdad?
martes, 9 de mayo de 2017
Vivir la vida con dignidad







