Caligrafía de emociones
Jose
La hora de escribir llega al sangrar un poco.
Llega al mirar al campesino trabajando por amor.
La hora de escribir es incoherente vista con los ojos,
es visible con el cuerpo, flor rajada de mí mismo.
La hora de escribir nunca es puntual, escrita.
Arriba sin tener cuchillo o pistola para matarla.
La hora de escribir, es hora de estar solo,
¡estoy preso!, quítenme la cadena que me une a la pluma.
La hora de escribir se revuelca entre las sombras,
juega con mis dientes y los pinta, me salpica.
La hora de escribir es suicida de sí misma,
hora sabia, loca, toma mi sentir y mátate.
La hora de escribir cae al vacío desde mi boca,
choca con el suelo hecho de nostalgia, de dolor.
La hora de escribir siempre termina,
aquí acaba, me desangro con ella, nos morimos.
Todavía no hay comentarios
Esperamos el tuyo