La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Así, en mayúsculas. Una única palabra, porque en estos momentos y a estas alturas no me sale otra que diga tanto con tan pocas letras, que encierre tanto contenido en tan corta grafía. Gracias
* Por las palabras de ánimo y los abrazos sostenidos
* Por las llamadas
* Por esperar
* Por las susurros consoladores al oído y las miradas cariñosas
* Por los apretones de manos y los besos
* Por los What’sApp propios o reenviados
* Por los ratos compartidos al sol y los paseos acompañados
* Por las atenciones prestadas y la paciencia
* Por la ternura de cada gesto
* Por la presencia sanadora y tantas muestras de cariño
* Por querer ayudar aun no sabiendo cómo
* Por la buena intención
* Por las lágrimas compartidas
* Por la cercanía y los detalles múltiples
* Por el encuentro en el momento apropiado
* Por tantos y tantos “estoy aquí”
* Por la risa liberadora y la sonrisa acogedora
* Por los silencios llenos de plenitud
* Por redirigir el punto de vista cuando éste no estaba claro
* Por actuar cuando no salían decisiones propias
* Por hacerme sentir que no estaba sola
* En definitiva, por estar
Todo esto, y posiblemente más, es lo que quiere expresar esta sencilla y escueta palabra. Gracias. Ahora y siempre.
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