La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Si hay algo que me molesta intensamente es escuchar eso de “siempre ha sido así” o “la situación no va a cambiar por mucho que quieras” o “las cosas son así y así seguirán”. Tales expresiones parecen tener un resorte que internamente me hace saltar y oponerme a ellas.
Las cosas, las situaciones o las personas son así hasta que dejan de serlo.
Negar esto es negar toda posibilidad de cambio. Es conducirnos a un determinismo y posibilismo atroz que nos inmoviliza y nos conduce, irremediablemente, al victimismo.
Si soy así y no voy a cambiar ¿para qué el trabajo personal de autoconocimiento y crecimiento? ¿Para qué el Silencio? ¿Para qué la meditación?
Si las cosas siempre van a seguir siendo lo mismo ¿para qué el estudio y la investigación? ¿Para qué la originalidad y el saltar límites? ¿Para qué la capacidad creadora que tenemos todos los seres?
Hablamos demasiado y muy deprisa, sin ser conscientes de que repetimos esquemas inmovilistas que no conducen al crecimiento sino al estancamiento. Y no damos así esperanza, desde luego.
Lo que sin duda está claro es que con los mismos hábitos, las mismas conductas y las mismas rutas llegamos al mismo sitio, nos guste o no. Si no salgo de mi perímetro de confort, ni soy capaz de romper el cerco de seguridad, si no miro más allá de lo aparente… controlaré mi sitio, basaré mi confianza en columnas (aunque sean de barro) y veré lo mismo día tras día.
Siempre hay soluciones alternativas, posibilidades de uso y disfrute distintas, salidas inesperadas y entradas fuera de lógica, pero nuevas. Siempre la vida nos sorprende. Si nos dejamos.

Todavía no hay comentarios
Esperamos el tuyo